Campos de Sanaa representa el lugar idílico del mundo donde producimos el elixir de la aceituna. Los olivares de Jaén, tierra centenaria ligada a la tradición agrícola del aceite de oliva, forman parte de nuestro punto de partida.
Desde allí iniciamos un proceso que cuida la selección de cada aceituna, la molturación y prensado en frío en la almazara, el grupo de cata que le otorga su cualidad de «virgen extra» y la complacencia final de disfrutar de un AOVE que es además un placer estético.
Nuestros AOVES son el resultado de un proceso de producción de máxima calidad que cuenta con una materia prima única.