Lleva a tu mesa el dulce sabor de unos Borrachuelos caseros

Nos volvimos locos con los dulces y estos borrachuelos ya no faltan en nuestra mesa. Son ricos, golosos y muy fáciles de hacer. ¡Te dejamos la receta para probarlos!

Ingredientes:

· 100ml Aceite de oliva virgen extra, variedad Picual
· La piel de un limón.
· Anís verde o Matalahúva, una cucharadita.
· Ajonjolí o sésamo, una cucharadita.
· 500 gr de harina.
· Una cucharadita de levadura química o polvos de hornear.
· Zumo de naranja, 60 ml.
· Anís dulce, 60 ml.
· Vino blanco, 60 ml.
· Vino dulce, 60 ml.
· Azúcar para rebozar.

Preparación:

Lo primero que hacemos es poner el aceite en un cazo con una piel de limón. Lo ponemos al fuego, no muy alto para que no se nos queme y estropee el aceite, cuando la piel de limón comience a dorarse, apartamos del fuego, añadimos el anís y el ajonjolí. Dejamos que el aceite pierda la temperatura y se infusionen bien los sabores.

Ponemos en un recipiente la harina junto con la levadura, incorporamos la ralladura de la naranja, el vino blanco, el vino dulce, el anís dulce y el zumo de naranja. Retiramos la piel de limón y añadimos el aceite. Primero mezclamos con una cuchara. Cuando ya no podamos más, dejamos la cuchara y metemos las manos, amasamos bien hasta que estén todos los ingredientes mezclados.

Formamos una bola, untamos la superficie con un poco de aceite y tapamos con un paño, dejamos reposar. Pasada una hora más o menos, cogemos porciones de la masa. Estiramos con la ayuda de un rodillo. Y para que nos queden unos auténticos borrachuelos con sus típicas rayas vamos a utilizar un rodillo especial. Por supuesto los podéis hacer sin éste rodillo. Damos la vuelta a la masa y les ponemos una cucharadita de cabello de ángel.

Para cerrarlos, recortamos con el cortador, por la forma ondulado y podemos presionar con el dedo los bordes. Otra opción es con un tenedor unir los bordes, como una empanadilla.

Los vamos friendo en la sartén, con aceite de oliva virgen extra. La temperatura media alta. Hasta que queden dorados. Los vamos dejando sobre papel de cocina y enseguida, aún calientes los rebozamos en azúcar.